Archivo del blog

Datos personales

Mi foto
Profesor residente de Filosofía Social, Universidad Francisco Marroquín. Guatemala, Centro América.

viernes, 3 de octubre de 2008

Crisis financiera en Estados Unidos


Las crisis que experimenta la economía estadounidense no es una crisis del sistema económico capitalista. Opinar lo contrario únicamente revela ignorancia de lo que el capitalismo es y deja al desnudo intenciones perversas fundadas en lo que no se sabe.
Afirmo lo anterior porque desde Adam Smith, los autores liberales y defensores de la economía del libre mercado como Ludwig von Mises y Friedrich A. Hayek, han rechazado la intromisión de quienes gobiernan en el ámbito de la economía. Han señalado las nefestas consecuencias que tal intromisión trae sobre la actividad, productiva, comercial y financiera. Pero lo políticos orteamericanos, igual que sus pares en todas partes, son sordos a todas las recomendaciones por limitar el poder. El único objetivo de ampliar sus dominios los hace ignorar lo que la ciencia económica dictamina en aras de hacer únicamente lo que considerar "políticamente correcto".
La crisis que viven los bancos dedicados a proveer financiamiento en Estados Unidos arrancó hace más de ocho años: concretamente el 27 de dociembre de 2000. Ese día el entonces presidente Bill Clinton firmó una ley conocida como American Homownership and Economic Opportunity Act. De acuerdo a esa ley las organizaciones dedicadas a proveer financiamiento estaban oblogadas a proveer préstamos hipotecarios a minusválidos y a personas de la tercera edad.
Posteriormente 'se propuso una serie de ampliaciones a dicha ley recomendando, entre otras cosas, que se bajaran los intereses a los préstamos hipotecarios y éstos se proveyeran sin mayores investigaciones acerca de la capacidad de pago de los recipiendarios de los préstamos.
Como en todo lo que los políticos hacen no cabe duda que se tenían las mejores intenciones: Que más personas tuvieran una vivienda propia y que sus bolsillos no fueran fuertemente castigados. Esto no sólo en contra del sentido común sino alejándose del principio básico de la filosofía "oficial" del pueblo norteamericano: el pagmatismo.
Resultaba altamente probable que los individuos que recibían los préstamos resultaran tarde o temprano declarándose incapaces de seguir amortizando la deuda que habían adquirido. Pero los políticos como siempre, actuaron irresponsablemente.
Otro componenete importantísimo de la crisis es la inflación. Inflación entendida al estilo clásico no al estilo de la posmodernidad que ha establecido que inflación es una subida en los precios; noción equivocada que muchos periodistas (que sólo repiten lo que oyen y no piensan ni profundizan en la comprención) usan todos los días. El sentido clásico de inflación significa un aumento en la masa de dinero circulante.
Con esto en mente hay que dejar claro que la inflación no es un producto importado sino que es algo autóctono y además provocado por el único que puede provocarla: El gobierno através de la banca estatal. Esta responsabilidad ha sido exclusiva de los gobernantes desde que los gobiernos tienen el monopolio de emitir moneda. Esta es una verdad incontrovertible, innegable.
La razón que los gobernantes tienen para aumentar la masa de dinero siempre tiene que ver con el hecho de gastan mucho más de lo que tienen. Siempre es así. En el caso de Estados Unidos la presencia militar estadounidense en Afganistán, pero sobre todo la guerra mantenida en Irak, ha significado para la administración Bush un gasto verdaderamente impresionante. Sólo para mantener la guerra en Irak el gobierno estadounidense gasta las siguientes cantidades de dólares: Por'minuto: 238,425.00; por hora: 14 millones; por día: 410 millones y por mes más de 10 mil millones. Cada minuto, entonces, el consumo de dinero aumenta de forma incréible. Si se multiplican esas cifras por el tiempo que el ejército estaounidense ha estado asentado en Irak la cifra supera los 700 billones de dólares.
¿De dónde se obtiene toda ese dinero? En gran medida recurriendo a emitir documentos: Los Bonos del Tesoro del Gobierno de los Estados Unidos de América. Todo ese dinero no es más que expansión d ela masa monetaria, es presión dineraria. Y la consecuencia irremediable de la inflación siempre es la pérdida del poder adquisitivo de la moneda. Que no ocurre en un instante pero sí de manera cierta. Que no afecta a todos a la vez pero sí en forma total a la población con el paso del tiempo.
Mucho aguató la economía norteamericana antes de "sincerarse". Pero las consecuencias al fin llegaron. Millones de personas no pudieron seguir pagando sus hipotecas pues el dinero empezó por no alcanzarles para cubrir sus compromisos. Y las organizaciones financieras empezaron a resentirse por las cuentas caidas en mora.
En relación a ambas causas de esta crisis el sistema económico de libre empresa nada tiene que ver. En todo caso la causa directa es la irresponsabilidad de los políticos y el empleo del poder publico para intervenir en los procesos del mercado.
Una última palabra: El salvataje que el gobierno sale a hacer con una erogación del erario publico de 700 mil millones de dólares no es tampoco la mejor solución. Hubieran optado por la quiebra de las empresas, la deduacción de responsabilidades a nivel individual pues así hubieran asegurado una más pronta recuperación del daño causado.
Pero es lo mismo con los políticos en todas partes: parecen "cienpiés", nunca terminan de meter la pata.

1 comentario:

Luis FIGUEROA dijo...

Muy atinado y oportuno comentario. Saludos!!